Descubrí el mapa mental, hace relativamente poco tiempo atrás, y lo puse tímidamente en práctica (o algo parecido a un mapa mental "cruzado" con un mapa conceptual) en mi aula en el segundo semestre del año pasado en un curso de termodinámica.
Esto se debió a que dadas las características del grupo, debía manejar mucha información en el pizarrón y claro está, que este mapa es muy bueno para dar una visión muy general de un tema amplio, además tiene la capacidad de resumir grandes cantidades de información, pero lo más interesante que puede aportar es que nos permite darnos cuenta de que información es relevante o no.
Este semestre he comenzado un nuevo desafío, una nueva experiencia, dejar plasmado en el pizarrón de cada una de mis clases un mapa mental del tema que se está tratando en lugar del tradicional esquema.
Por supuesto, que la realización del mapa mental es durante el desarrollo de clase y es apoyado por slides de los temas que van incluidos en él, pero lo que me parece más importante, es que el estudiante se lleva el mapa del tesoro para cuando estudie en su casa.
¿Cuál será el resultado?, no lo sé, pero en este momento, los docentes estamos siendo desafiados a la búsqueda de nuevas estrategias.
También un desafío fue encontrar mi lugar en el mundo de las competencias digitales, si bien por trabajar en un programa de la Universidad que fomenta el hecho del trabajo en competencias, siempre me sorprende recorrer este camino y al hacerlo una y otra vez, ver como se va creciendo al ir recibiendo diferentes aportes y siempre queda mucho por aprender.
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